El futuro de la entrega de mensajería y paquetería son los drones, eso parece algo obvio y aceptado por todos. Por eso ninguna compañía quiere perder este tren, empresas como Google ya cuentan con la aprobación de la Administración Federal de la Aviación (FAA) de Estados Unidos para poder operar con drones. Por ello, Uber ya está trabajando en conseguir esas licencias para poner en marcha su nuevo proyecto: Uber Elevate.
Algunos restaurantes próximos a clubes de golf, Mc Donalds y Domino’s Pizza, estandarte de la implantación tecnológica en el mundo de la restauración, también ha tonteado con ellos. Sin embargo, hasta el momento ninguna de las iniciativas que emplea los aparatos voladores ha tenido gran calado o las aplicaciones han quedado restringidas a nichos muy concretos.
Al mismo tiempo que se potencia la experiencia de usuario de los clientes que prefieren consumir los productos desde la comodidad de su casa, compañías líderes en el segmento de la comida rápida prueba un modelo de entrega autónomo que reduciría notablemente los costes asociados al transporte de los alimentos: un dron de reparto.
Actualmente, Uber Eats opera, principalmente, con conductores en bicicleta siguiendo la estrategia de Deliveroo o Glovo. Sin embargo, la filial de Uber ya piensa en el futuro, que pasa, claramente, por el envío de comida mediante drones. No se precipita y ha puesto la fecha de lanzamiento en 2023, un año en el que Uber Elevate ya podría ser una realidad y comenzaría a operar en Estados Unidos.